La   conjunción   de   tres   factores:   Compromiso,   Comunicación   y   Rigurosidad   en   el comportamiento, nos permite definir, planear, ejecutar y controlar proyectos exitosos.


Compromiso es hacer lo que sea necesario para alcanzar los objetivos propuestos, es aplicar toda la inteligencia y expertise en obtener los resultados prometidos.

A través de la comunicación, y sólo a través de ella, podemos generar  las  actividades  necesarias  del  proyecto.  Nuestro  lenguaje,  lo  que  decimos,  influye decididamente en nuestro accionar y en lo que generamos en nuestro entorno. Es frecuente escuchar: ¡Aquí hay desorden! Aquí falta coordinación! Para mi, la manera correcta de hablar es:   ¡Aquí   nosotros   producimos   desorden!,   ¡No   quisimos   trabajar   en   orden!,   ¡No   nos comunicamos adecuadamente para coordinar nuestras acciones! El problema no se generó solo, lo generamos nosotros con nuestra forma de comunicarnos y con nuestras acciones. El problema no está afuera, es nuestro

Compromiso es cumplir con la palabra dada, con otros y con uno mismo.

La  comunicación  que  mantengamos  afectará  el  comportamiento  de  todos.  La  intensidad  y calidad  de  la  comunicación  que  logremos  con  todos  los  actores  del  proyecto  harán  la diferencia. Los propulsores de la Ontología del Lenguaje postulan que a través del lenguaje generamos  el  futuro.  Comparto  esta  interpretación.  Consolidar  nuestras  capacidades  de comunicación para la coordinación de acciones nos permitirá concretar proyectos, anhelos y sueños.

Con rigor me refiero a minuciosidad, a la precisión, a la adherencia a métodos, a la confianza que paso a paso generaremos resultados. Rigurosidad es seguir un método. Una metodología es una guía, es una brújula en medio de la complejidad de nuestros proyectos. Cuanto más rigurosidad apliquemos en nuestro comportamiento, más cerca estaremos de incorporar una metodología en nuestro accionar. No me refiero a quitar libertad a las personas, a coartar la creatividad, sino a que las personas estén compenetradas en el hacer y no en el qué hacer y en cómo coordinar las distintas acciones que llevarán a cumplir con los objetivos.

Los    proyectos    son    desarrollo    y    superación.    Las organizaciones  basan  su  competitividad  en  proyectos  de cambio y generación de nuevos productos y servicios. Las sociedades  desarrollan  proyectos  permanentemente  para mejorar su bienestar. Pocos son los proyectos que finalizan obteniendo los resultados esperados. Frecuentemente se atribuye a problemas humanos, a dificultades de conducción y de comunicación, a conflictos entre las personas. Sin duda estas situaciones existen. Pueden ser minimizadas y resueltas con una coordinación adecuada de acciones.

Aplique una metodología integralmente y verá los resultados. No habrá salida, el proyecto será previsible.

La razones del éxito no son sobrenaturales, no son místicas.

La metodología de administración establece las acciones correctas a realizar en la definición, en la ejecución y en el control de proyectos. Es una guía. Un proyecto definido siguiendo una metodología  probada  estará  más  cerca  del  éxito.  Las  personas  estarán  más  libres,  más comprometidas con alcanzar los objetivos. No habrá salida, el proyecto será más previsible