Riesgos en el proyecto.

Fragmento del libro «Dirección de Proyectos Exitosos» de Carlos Urso. Editorial Granica.


Definamos qué es un riesgo.

Es un evento incierto, que si ocurre, afectará de alguna manera el proyecto. Es incierto ya que no hay seguridad de que ocurra. Está en el futuro. Pueden ocurrir o no. No tenemos control sobre ellos. Sí, no tenga dudas, no podemos controlarlos. Podemos influir en su probabilidad de ocurrencia, podemos ejecutar acciones para afectar esa probabilidad de que ocurran. También, podríamos hacer algo para influir en el impacto que nos producirá si el riesgo ocurre.

Identificación de riesgos

Evaluación de los riesgos identificados

Selección de aquellos riesgos de los que nos ocuparemos

Determinación del enfoque y acciones de respuesta

Los riesgos existen; debemos estar preparados y no “inventar” qué hacer cuando nos encontramos con el problema entre manos, corriendo de un lado para otro tratando de ver qué hacer, en momentos que la ansiedad está al máximo, y el problema se agrava a cada instante.

«Un riesgo no es un problema, problema es si el riesgo se concretó y no estamos preparados».

Tomemos conciencia de que no nos gusta hablar de riesgos, de problemas que vayan a ocurrir. Tenemos tendencia a minimizar el tiempo que le dedicamos a prever acciones para disminuir los riesgos negativos que nos pueden ocurrir. Quizás por la creencia de que no hablar de ellos es “alejar los problemas”, o no atraerlos.

En la conducción de proyectos exitosos, es decir, aquellos que alcanzan sus resultados y objetivos, sin dudar, debemos dedicarnos a atender el tema de riesgos desde el planeamiento, y permanentemente durante la ejecución del proyecto. Le pido que relea la frase en negrita de más arriba. El problema es si el riesgo se concretó y debemos resolver el daño que nos está haciendo, y más aún si no estamos preparados. No es problema prepararse por si sucede.

Espero que esté de acuerdo. En proyectos debemos prever qué hacer con los riesgos. Debemos administrarlos.

Dirigir proyectos sin ocuparse de los riesgos es dirigir la nada.

Planear riesgos es incorporar en el plan del proyecto las acciones para disminuir las probabilidades y el impacto de los riesgos negativos, y estableciendo qué hacer si los riesgos acontecen. También debemos identificar, evaluar y planear las acciones para aumentar la probabilidad y los impactos de los riesgos positivos.

… Es decir, hemos analizado el proyecto con detenimiento y hemos previsto acciones que minimizarán los imprevistos negativos y maximizarán las oportunidades.

Estamos conduciendo, no vamos a la deriva.